En su tercer temporada me acerqué a ver esta obra que, fue declarada "De interés para la promoción y defensa de los derechos humanos ", por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y "De eso no se canta" me conmovió muchísimo.
Se trata de un compendio de canciones que fueron castigadas, prohibidas, repudiadas, por líderes políticos en diferentes épocas y países. Solo por esta característica se hacen más interesantes, sin contar que son verdaderas obras maestras desde el punto de vista de la musicalidad y la composición. Por ello, por su contenido, estas canciones deben ser escuchadas, entendidas y contextualizadas para encontrar el motivo de semejante reacción por parte de los agentes de poder; confirmando uno, que el ser humano muchas veces puede ser un gran censor incluso de las emociones y de la lógica más pura.
El talentoso y lúcido Pablo Gorlero, hilvanó un puñado de canciones con textos e imágenes impactantes y en el momento en que alguno de los actores toma posición, nos pone la piel de gallina. En mi cabeza y corazón quedará la versión brillante, sobresaliente, de Julián Rubino de "Bella ciao", conmoviéndonos con sus recursos vocales que son estupendos. La impecable Deborah Turza bordando sus participaciones con su calidad y las cualidades artísticas que siempre nos brinda. Cerrando un cuarteto intachable y homogéneo están Laura González y Nicolás Cúcaro, éste último muy versátil en escena. Bajo la dirección musical de Juan Ignacio López, la excelente percusión y voz de Tomás Pol y el piano de Gabo Illanes la pieza no puede ser más redonda.
Pablo ideó, escribió y dirigió esta propuesta que, sin dudas, será un clásico nacional por su entereza y calidad artística, por su peso histórico y por lograr aquello que muchos buscamos, emocionarnos.
GUSTAVO SCUDERI