Es realmente emocionante cuando un nuevo musical arriba a la escena local, no solo por la posibilidad de verlo, sino también por todo el esfuerzo que implica llevarlo a cabo. "Alicia" (Alice By Heart) de Jessie Nelson, Steven Sater y Duncan Sheik fue un proyecto que empezó en el 2012 y recién se estrenó como un musical en New York en el 2019 y como comentara al comienzo, se representa por primera vez en Buenos Aires; con la misma minuciosa y minimalista puesta que en el off de Broadway y bajo la dirección general de un profesional de la hostia con muchísimas obras bajo su talentosa mirada, Julio Panno.
Lo original de la pieza, que está muy bien adaptada por Julio y Ro Noziglia (trabajo sumamente delicado y difícil, que implica no solo traducir a nuestro idioma un texto, sino trasladar usos y costumbres extranjeros a nuestra idiosincrasia), es esbozar el universo del mítico Lewis Carroll en el hostil panorama de un supuesto régimen autoritario, una de las pocas diferencias con la propuesta original, al igual que el escenario donde sucede, aquí en un teatro y en la otra en un metro. También es de destacar que la adaptación argentina cuenta con un elenco sin fisuras, con nombres que veo por primera vez, más la posibilidad de otros artistas de protagonizar y otros con una trayectoria indiscutible.
La pieza tiene la impronta, la textura de los musicales melancólicos, pero con una luz al final del pasillo que da muchas esperanzas; en este caso con la señalización de que, ante un mal momento, una situación difícil, interna o externa nos escudamos y protegemos con situaciones que conocemos o nos hacen bien. Alicia se encuentra destrozada por la enfermedad de su joven amigo, Francisco, la impotencia, la bronca es aún mayor cuando el exterior es un caos y opresivo. Para mitigar tanto dolor, tanta angustia y desesperación acude a la lectura de su amado libro “Alicia en el país de las maravillas”, que es destruido por el régimen, pero ella recurre a su memoria y los que la acompañan en la madriguera empiezan a transformarse en los propios personajes de la mítica historia.
De los mismos creadores de “Despertar de primavera” otra historia marcada por temas trascendentales, no solo de la sociedad sino también de la juventud, esta propuesta tiene la virtud de poseer canciones muy melódicas, que fluyen en la narración y en las voces de los artistas, principalmente gracias a la traducción ya mencionada y a la musicalización dirigida por Gaspar Scabuzzo. La musicalidad y la armonía en el transcurso de toda la obra es atrayente y nos da la tranquilidad de ver una puesta lograda. Muchos espectadores durante la función o fuera de ella, seguro acompañaran o tararearan alguna canción como, por ejemplo, la preciosa; “La llave está en vos”.
Alicia y Francisco están interpretados por dos artistas sólidos y con la postura y voces dignos de cualquier musical de Broadway o epicentro musical, ellos son: Agostina Becco con una precisión y respiración ajustadísimas y Valentín Zaninelli, nombre que sin duda seguiré, con una cándida, tierna y suelta actuación, ambos soñados. La potencia vocal e interpretativa de Micaela Romano lleva al aplauso espontáneo del público, en especial cuando se calza el personaje de la Reina de corazones. La trayectoria y profesionalismo se hacen presentes en las actuaciones de Walter Canella, Ángel Hernández y Julián Rubino, amados intérpretes de numerosos musicales, es un placer verlos en escena. Pero sería injusto resaltando a uno sobre otro puesto que todos están estupendos, formando un elenco sin fisuras donde todos entregan la fuerza de su talento para el resultado más que positivo de la obra: Sofía Val, Hernán Castelli, Nicolás Martínez, Matías Marastoni, Bárbara Willis, Agustín Iannone y también actuando Ro Noziglia ¡Felicitaciones!
Mención aparte merece Vero Pecollo en las coreografías, que mágicamente se unen al texto, música e interpretación de los actores, siendo algunos cuadros estéticamente relevantes, un placer verlos trasladarse, fluir tan elegantemente.
"Alicia" es un musical imperdible, cumple y supera las expectativas de este género y resalta también que al ser melodías nuevas para el oído en ningún momento se siente desconocida, al contrario, automáticamente nos sumergimos en la madriguera.
GUSTAVO SCUDERI