Siempre es realmente un placer cuando una sala reabre sus puertas y cuando entrañables artistas vuelven a escena. En esa situación se encuentra el estreno de "El enganche", escrita por Julio Mauricio que pone en funcionamiento al teatro Broadway y nos regala el retorno del Sr. Arnaldo André.
La historia nos presenta de entrada un encuentro, se entiende sexual, en una habitación de hotel entre un hombre maduro y una prostituta. Digo en un comienzo, ya que la dramaturgia va develando capas de la situación de ambos, personal, profesional y de sueños no cumplidos.
La química que se da entre Arnaldo y Miriam Lanzoni está muy bien lograda, Arnaldo demostrando lo profesionalmente preparado que está y la soltura que exige un papel que le pide un poco más en cuanto a la situación en sí que se da en la obra. A Miriam con buena energía y seguridad escénicas, se la nota cómoda en el papel y combina a la perfección con el sosiego que transmite Arnaldo.
Dirigido por otro querido y popular actor, que se está animando hace un tiempo a dirigir, Osvaldo Laport, todos estos elementos, nombres y características hacen que "El enganche" sea una propuesta interesante.
Si bien festejo el esfuerzo de la reapertura de la sala, que por cierto es grande, no ayuda al clima intimista que busca la historia, la inmediatez con el público y el cobijo de este hubieran sumado muchísimo.
"El enganche" nos trae un transitar melancólico en su anécdota, pero sin dar golpes bajos, ni caer en obviedades, se mira con una sonrisa en el rostro.
GUSTAVO SCUDERI