A veces el trajín de las novedades y las corridas hacen que uno no pueda ver todo lo que quisiera en el teatro, por suerte algunas piezas debido a su éxito presentan nuevas temporadas. Este es el caso de "El funeral de los objetos" que va por su tercera y ya cumplió a principios de mayo 75 representaciones. Dentro de esa posibilidad pude verla y en hora buena, ya que sería un sacrilegio no hacerlo.
Siempre festejo las creaciones nacionales y en especial cuando son musicales y del off, esta realización de los talentosísimos Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano, tiene todos los elementos y el cuerpo narrativo para fluir, entretener, concientizar y su transcurrir es de un magnetismo no siempre logrado en otras propuestas.
¿Qué pasaría si tuviéramos que dejar ir esos objetos que atesoramos y casi idolatramos? Desde una premisa sumamente interesante se desprenden situaciones divertidas, casi bizarras, pero lo que más me atrajo, es que llevan a la reflexión; ahí me detengo, porque uno la ve con una sonrisa en la boca, pero ese mensaje es realmente importante, amén de que se dibuje a los personajes con ciertas manías o estados alterados, uno se identifica y enseguida se encariña con ellos.
Logradísima la puesta de la nueva sala que tuve el placer también de conocer con esta obra, es un mimo que se siga invirtiendo en estos espacios, por ello felicito al "Ítaca complejo teatral". La puesta que mencionara fue realizada por la compañía escénica Phepandu, no por nada dirigida por los propios creadores de la obra, Nicolas y Fernanda.
En el elenco, que en algunos casos fue cambiando, también me pude encontrar con Nicolas como protagonista, Fernanda ya lo venía haciendo, ¿más elogios sería muy adulador, debería desprenderme de ellos, como de los objetos? Pues me niego, la actuación del equipo es otro factor que eleva la obra, todos ellos son estupendos, bailan, cantan y por supuesto actúan. Fernanda es de una exquisitez interpretativa que su personaje la interpela, la posee; ¡su performance es completa, cuando canta la rompe, al igual que Matías Zaja dueño de un caudal de voz increíble! Es tan amplio el estilo de actuación de ellos que uno puede entender como el histrionismo de Nacho Zabala es tan magnético, pues es una artista Clown, como Martina Alonso cuyas actuaciones pasan por lo gestual, lo corporal y uno estalla de la risa. La precisión de Eugenia Fernández pasa por su mirar, su tonalidad vocal y modulación, Rafael Escalante como conductor de este grupo alienado, con un buen pisar escénico también.
Otra sorpresa y parte fundamental de un musical es justamente la música, bajo la dirección de Nahuel Tamargo, los músicos Facundo Cicciu y Miguel Luna se acoplan a los actores y uno al percibir quizás una parte que el espectador generalmente no visualiza se emociona por la pasión que le ponen, inclusive interactúan con los actores en escena.
"El funeral de los objetos" es un festejo al talento, a la humildad, al amor por lo que se hace, super recomiendo su visión y que no nos desprendamos de ella nunca.
GUSTAVO SCUDERI