Regresa a cartelera "El último, diatriba de amor por mensaje de audio" un título de por sí interesante, que esconde en él, aspectos de la forma de vincularnos en la contemporaneidad. Escrita y dirigida por el Santafesino Marcelo Allasino, oriundo de Rafaela y sumamente vinculado con el arte.
En esta pieza que también lo tiene como dramaturgo, se lo percibe con una voz interesante, con la que, en menos de una hora, logra plasmar una situación profunda y muy actual: la soledad del deseo, la velocidad y emergencia del sexo, por lo pronto aquí en esta historia. Basada en un crimen de odio sucedido en el 2020, en la ciudad de Buenos Aires, de un trabajador sexual litoraleño en un hotel; Marcelo no solo toma esta historia, sino que la profundiza en cuanto visualizar lo que se esconde, calla y sucede en una sociedad que cada vez transforma más lo amoroso en un contacto mecánico de gustar al otro, perdiéndose el deseo como motor orgánico. Demostrando que la rapidez, en el "bloqueo", la mercantilización del sexo y la utilización incorrecta de las aplicaciones como diversión no hacen más que arraigar aún más profundamente la soledad.
Los personajes de la obra representan diferentes posturas, ambas carentes de algo, uno de compañía, de atención, amor y el otro de sostén económico, sin bien de mayor libertad también encarcelado por la mirada y obsesión del otro o de lo "otro".
En esta ocasión el elenco está formado por Hervé Segata, que le da a su personaje ese plus propio de su nacionalidad francesa y Agustín Keller, quien ya acompaña la pieza desde su estreno en Santa Fe. Entre ambos se nota una conexión que suma muchísimo a la puesta, entregándose literalmente a la obra y a la inmediatez con el público. Los actores deben fluir en diferentes aspectos, pues la misma es una combinación de teatro físico, de texto y sonoro. Debido a la sinceridad del texto, modernidad y carnadura, era necesario que los actores no tengan pudor o "vergüenza", pues ellos dos se arrojan al texto y lo elevan, logrando un muy buen trabajo.
La obra también cuenta con una atrayente puesta audiovisual, musicalizada por el propio Agustín siendo esto positivo para la misma; es una de esas piezas intimas, que invitan al espectador a observar con atención la interacción entre los protagonistas, con un erotismo cuidado, pero no a medias, esas partes necesarias para la trama, pues lo son de la dramaturgia y la historia verdadera y no abordadas desde el lado caprichoso o trivial.
"El último, diatriba de amor por mensaje de audio" es una propuesta valiente, osada, pero tierna a la vez, con una puesta en escena elogiable y unas actuaciones contenidas pero explosivas cuando tienen que serlo.
GUSTAVO SCUDERI
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