Emiliano Dionisi es lo que considero un artista completo, pocos son los agraciados con esa característica; él es un creador nato, sus universos son únicos y característicos, en cada disciplina pone su magia. Dramaturgo, actor sumamente versátil y director viene realizando una carrera deslumbrante.
En esta ocasión vuelve a incursionar en el teatro infantil, pero no por ello lo realiza de una forma unilateral o simple, al contrario nos incluye en su mirada y uno observa la obra maravillado.
Otra situación que hace de esta oportunidad única, es representarla en uno de los emblemas culturales del país, el teatro Colón en las salas de ensayos, acondicionado para que desde que llegamos nos sumerjamos en lo onírico de su relato, cómo si Emiliano y sus actores nos contaran un cuento ¡Hermoso!
Con la particularidad de estar ambientado en la selva misionera proponiendo que nos acerquemos a sus costumbres, leyendas y con música barroca, un petit Colón se nos presenta, es decir una pieza que respeta toda la técnica y el formato clásico de una ópera con la danza y el canto e incorporando la impronta de Emiliano.
Hay que destacar y remarcar la actuación de su rotundo protagonista, Tomás Castiglione, su interpretación es consagratoria; un nombre a tener presente y con una proyección sumamente interesante que posee esa calidad innata no muy vista y que deslumbra en escena. Pero no puedo sacar mérito al resto del elenco o equipo, ya que también son destacados en las diferentes disciplinas; los jóvenes bailarines, Martina Di Ninino, Evangelina Dulce Martina, Valentín Fresno y Pablo Ripari, es muy emotivo y valorable el esfuerzo propio y la ayuda familiar para que ellos se especialicen, de mi parte, admiración. Las sopranos Constanza Díaz Falú, Sofia Centelles y los barítonos Santiago Tiscornia y Mauricio Meren bajo la dirección musical, adaptación y arreglos musicales de Manuel de Olaso, completan un equipo artístico impecable y característico de esta institución.
"Este no es un cuento Silvestre" hasta es solvente en el juego de palabras de su título y reúne lo mejor de todos los aspectos que de una obra se espera, la dramaturgia y dirección atrayente de Emiliano, un protagonista destacable y un equipo artístico en estado de gracia. Debería decir no se la pierdan, pero, por la corta temporada invernal que se presenta ya tiene localidades agotadas y es mi deseo que pueda llegar a más espectadores, ojalá puedan encontrar en próximas fechas esa posibilidad.
GUSTAVO SCUDERI
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