El teatro funciona muchas veces como un medio para la concientización, aunque su temática no refleje la realidad de cada espectador, es muy importante cuando nos dibuja una situación socioeconómica y real. "Guacho" es justamente esto y en su marginalidad hace que sea una pieza oportuna y actual lamentablemente, donde la ignorancia y el desprecio son armas destructivas para cualquier ser humano que, en esa situación de desamparo, toma medidas o acciones que otros ni siquiera se plantearían.
Un casco como casa principal, un monte donde suceden los actos más inhumanos, una casilla muy precaria, el abuso del poder, el maltrato y lo peor el desamor, el abandono del ser humano.
El protagonista está en un limbo y nos relata su existencia, su mirada sobre lo que le sucedió y sucede; también es un grito silencioso de catarsis, de perdón, no solo hacia quienes lo concibieron sino también a su propia realidad. Al guacho le tocó esto y la aparición de una persona en su vida hace que quiera defenderla, como nunca lo hicieron con él.
La obra escrita por Sandra Franzen es muy intimista, quien actualmente cuenta con dos obras en cartelera, la otra es "El sentido de las cosas", donde claramente vemos su plasticidad y facilidad para dibujar universos litoraleños, con personajes que hablan desde su interior, de una forma poética; ambas se diferencian por los motivos, pero el texto plasma un momento bisagra en sus vidas y una reflexión. Esta, dirigida por Cintia Miraglia, cuenta con una puesta muy lograda, donde se supo cómo hacer para trasladarnos a ese rancho e involucrarnos en la historia.
Párrafo aparte merece su rotundo protagonista, Martín Urbaneja, un señor actor que lleva el teatro en sus venas, compartiendo propuestas más comerciales con estas bellísimas obras del under que tanto gustan. Su actuación es acogedora, sentida, de consciente interpretación, su guacho se ve, se oye y se siente. Martín siempre está acompañado en sus proyectos, pero aquí toma el desafío de estar solo en escena, desnudando su personaje muy cerca del espectador y no había duda de que lo iba a desempeñar espléndidamente.
"Guacho" es una obra que tiene todas las características para que pueda girar y eso es muy importante que llegue a los lugares más recónditos, que tengan la posibilidad de disfrutar una obra profunda y con una actuación extraordinaria.
GUSTAVO SCUDERI