Críticas atrás hablaba de los reconocidos e influentes dramaturgos franceses contemporáneos Florian Zeller y Yasmina Reza; justamente de ésta, su última creación, "James Brown usaba ruleros" sube al CTBA con la recomendación e intención de que la puesta la lleve el reconocido y talentoso Alfredo Arias. Presentada en el último FIBA, con la inclusión de una charla de la autora francesa y el director argentino, daba comienzo a sus presentaciones una obra que no tiene ni por asomo una pizca de confort.
Es cierto que cada vez que Alfredo trae una propuesta las alarmas se encienden porque su visión es única y alejada de un teatro tradicional, clásico, optando siempre por una realidad mágica, onírica, pero que en su trasfondo abarca temáticas que interesan a la humanidad. Esta pieza de Yasmina, una de las más abstractas, justamente porque pone el foco en la salud mental y la posibilidad de ser lo que queramos ser, sin necesidad de influencias o pretensiones ajenas es ideal para el perfil de su director.
Jacob desde pequeño es fanático de Céline Dion, de cierta manera impulsado por sus padres, hasta ahí un detalle, una admiración bienvenida, hasta que Jacob crece, pero también dentro de él la diva canadiense y llegado el momento Jacob desaparece y Céline toma posesión de su vida. Acomplejados sus padres lo llevan a una clínica psiquiátrica de métodos no muy claros, donde trataran de recuperar a su hijo.
La obra es versionada por Alfredo, con una puesta escenográfica de Julia Fried y un diseño de vestuario de Julio Suárez muy llamativos y logrados que impulsan a que la pieza tome el propio vuelo del director.
Como bien detallé, la presencia (no física) de Céline es preponderante en la obra, su música en especial, muy bien incorporada a la trama y para interpretar a Jacob/Céline se necesitaba un artista adecuado y en Dennis Smith la excelencia se hace una vez más presente, no solo porque saca a relucir su impecable caudal de voz sino también demostrando (si es necesario) lo completo que es; una actuación más, consagratoria. Pero otras de las virtudes de esta pieza, es el elenco, impecable, el maravilloso Marcos Montes que siempre pone su impronta actoral y crea a la perfección sus criaturas, como el padre. El trabajo de Claudia Cantero es magnético, concentrado, de precisión, una delicia verla como la madre. Cierran el mismo Adriana Pegueroles y Juan Bautista Fernandini con una calidad interpretativa acorde a toda la propuesta.
"James Brown usaba ruleros" es un teatro distinto, desafiante, pensante y con la visión única de un gran director y unas actuaciones brillantes.
GUSTAVO SCUDERI