Florián Zeller es un escritor, dramaturgo y director francés muy transitado a nivel internacional y de cierta manera, muy recurrido en nuestra plaza. Muchas veces sus escritos y obras se transforman en películas protagonizadas por estrellas muy importantes, es por ejemplo el caso más reconocido "El padre", con un imponente Anthony Hopkins, de hecho, esta pieza es la más reconocida e interpretada en el extranjero.
Florián, claramente, aborda en sus obras el vínculo familiar en primer lugar, con la puntuación especial en la salud mental. "El padre" (Alzheimer), "El hijo" (ansiedad, angustia), "La madre" (síndrome del nido vacío) tratando de darles un brío y una vaga sensación de esperanza, utilizando sutilmente el humor. En ésta última, es más difícil colocarlo ya que el texto es pesado, característica no negativa, sino que posee un espesor, una oscuridad en sus diálogos necesarios para retratar la "mente" de esa madre desbastada. Zeller junto a Yasmina Reza son los dramaturgos más potentes e importantes de su país y él, el autor vivo más representado fuera del mismo.
En España la protagonizó Aitana Sánchez-Guijón y en Francia Isabelle Huppert, es realmente un placer y necesario que aquí lo haga una artista de la misma talla y saber que lo protagoniza Cecilia Roth, cierra el concepto de la obra y nosotros volvemos a disfrutarla en escena. Su presencia es magnética y superadora, si bien la obra es interesante y se sigue con interés, es en las interpretaciones y en la dirección de Andrea Garrote donde la misma brilla.
Junto a Cecilia con el rol protagónico (la obra lleva el nombre de su papel), hay artistas muy buenos: el Sr. Gustavo Garzón con una personificación pausada, rompiendo el registro de la obra Martin Slipak, unos de los actores más solventes y talentosos de su generación quien nuevamente la rompe; a Victoria Baldomir es la primera vez que la veo en escena y demuestra soltura junto a sus compañeros, si bien participó en varias obras independientes, no solo como interprete sino también como directora.
Anne no puede superar el alejamiento “natural” de su hijo, quien armó su nueva vida junto a su novia; su marido cada vez más ausente, acentúa su estado de desesperación y angustia ante un auto reclamo de desinterés por parte de ellos, luego de lo tanto que dio, según ella, su propia vida. La pieza se vuelve confusa, ya que lo que se relata textualmente es muy crudo, duro, cuando nos vamos acercando al final y comparamos escenas duales entendemos el concepto general y su espesor.
“La madre” nos permite conocer una nueva pieza de este emblemático autor, con unas actuaciones increíbles para un texto y obra fuerte que no te dejará indiferente y que proporciona el placer de ver a la gran Cecilia Roth en escena.
GUSTAVO SCUDERI
