A diferencia de un espectador regular que, acude a ver una obra en algún momento; a los que de cierta manera abordamos este ámbito, nos suele suceder que cuando buscamos algo diferente, podemos presentir que debe haber algún elemento atractivo en determinada elección.
Me sucedió con "La vergüenza de haber sido y el dólar de ya no ser", de por sí un título que llama la atención y con el atractivo agregado de que es una propuesta exclusiva del talentoso artista Alberto Ajaka, quién la protagoniza, escribe y dirige.
Si nos extendemos al subtitulo de la pieza (testimonio dramático de un sobreviviente 1997-2001), ya nos damos cuenta de que va a encarar unos de los lapsos temporales más difíciles de la Argentina; la crisis económica que no solo se queda en ese aspecto, sino que también circunscribió la vida privada de cada argentino.
El trabajo interpretativo de Alberto es mayúsculo, deja todo su cuerpo y evidente alma en escena; el comienzo de la obra donde se concentra o bien realiza una metamorfosis, ya nos engancha. La obra, de una generosa duración, le demanda muchísimo, de cierta manera es una autoexigencia ya que él mismo la creó, cuando comienza a relatar, narrar cada periodo (la pieza se divide en una especie de viñetas anuales) no para y pasa por todos los estados con la misma energía, este aspecto es meritorio del actor que se pone la misma al hombro y lo entrega todo.
La riqueza de la propuesta, amén de que en mi caso es muy interesante lo que relata, es que logra retratar o bien que visualicemos esas épocas con modismos, aspectos o situaciones muy de esos tristes y caóticos años. Si bien la relata en primera persona, con datos muy precisos, nunca sabemos si es realmente lo que a él le sucedió; más allá de algún pasaje fantasioso o de "otro mundo", el resto parece que fuera su historia, en eso también está la creatividad del espectador y la magia de la obra y su resultado.
"La vergüenza de haber sido y el dólar de ya no ser” posee en su relato y su forma de realizar lo extraordinario propios de un eximio artista.
GUSTAVO SCUDERI