Las nuevas voces son siempre bienvenidas y más aún si son jóvenes con un futuro por delante y que le dan al teatro mayor impulso, amén de que se siga transitando clásicos, es sumamente atractivo presenciar propuestas originales.
Si bien Juan Ignacio González e Ignacio Torres, dramaturgos de "Los pájaros", tienen ya una carrera comenzada no solo como autores, sino también cómo directores y actores, su juventud abre nuevas miradas y qué decir si tienen a un artista de la magnitud de Marcelo Subiotto para plasmar esta propuesta.
Centrarnos en la pieza desde una narración es erróneo, si bien el teatro siempre cuenta con ella, aquí es fundamental sumergirse en un estado, ya sea físico, espiritual o emotivo que transita el protagonista en una suerte de limbo.
Últimamente se están observando varias piezas que enmarcan sus propuestas en un contexto federal, provincial, situaciones que supieron desarrollar muy bien las hermanas Marull.
Aldo está recorriendo con su moto un camino que simula o se asemeja al migratorio de los pájaros, para cumplir una promesa; en ese tránsito, nos sumergirá en sus pensamientos internos y concluiremos junto a él en un plano donde se bifurca la realidad y lo onírico.
Marcelo Subiotto desde que entramos a la sala juega inclusive con ese momento, observándonos e introduciéndose de a poco en la trama misma. Su actuación es impecable y uno festeja que se pueda presenciar una obra, en un teatro no comercial, con un actor de su calidad.
"Los pájaros" se presenta en un espacio propicio para ella, el teatro Del Pueblo, los domingos a las 20hs y nos permite ver de cerca y disfrutar de un actor talentoso, que supo representarnos con altísima calidad alrededor del mundo.
GUSTAVO SCUDERI