El universo creativo de Franco Verdoia es muy particular y característico, siempre valoro que las diferentes propuestas de los dramaturgos o directores tengan su impronta, para nada un aspecto negativo de repetición sino como un hilo conductor dentro de su visión.
Franco es un director de cine, teatro y publicidad, dramaturgo y fotógrafo cordobés, ¿porque resalto esto? porque sus propuestas siempre están atravesadas por esos dos formatos, el cine y el teatro; todas sus historias tranquilamente pueden ser abordadas en ambas disciplinas y que sea oriundo del interior, también tiene mucho que ver en sus relatos y en especial en esta pieza "Matar a un elefante".
Estrenada originalmente en el TNC con localidades agotadas en todas sus funciones y ahora en mi querido "Espacio Callejón" también corre la misma suerte, pero claramente esto no es una casualidad sino una causalidad.
La historia se desarrolla en un pequeño pueblo cordobés al que regresa, por la venta de la casa de sus padres, un artista que tuvo su minuto de fama y que despierta sentimientos encontrados en los pobladores en general y en su estrecho grupo de amigos en particular y si bien cada uno de ellos posee motivos o pensamientos personales para permanecer en ese lugar, ven en él una posibilidad perdida.
La puesta de Franco, quién también dirige, se nutre de todos los temas y espacios que a él le interesan; sus obras cuentan historias del terruño, familiares y de vínculos sociales que tienen la particularidad de relacionar lo animal con lo humano, al igual que en "Late el corazón de un perro" y en especial con ese "órgano", pero en esta ocasión en particular.
El elenco seleccionado es muy atractivo, enfocado en el que regresa, Amadeo, protagonizado por un gran artista sumamente interesante también en sus propuestas personales, Sebastián Suñé (de la excelente "Una obra para mí"). Pero claramente todo el grupo es muy bueno, característica positiva de Franco en la selección de este: Gabriel Carasso, Berenice Gandullo, Julieta Lastra y Gerardo Serre, están mucho más que correctos, teniendo presente que utilizan modismos de esa provincia.
"Matar a un elefante" por supuesto es una obra que recomiendo, por su dramaturgo y director que posee una voz propia, desafiante y para nada cómoda y por un elenco que acompaña con muchísimo talento a la misma.
GUSTAVO SCUDERI