De por si el género musical es una de mis debilidades, por lo tanto, suelo recurrir a él no solo como crítico, sino también como espectador; en esa comunión, cuando las dos visiones se unen es realmente un placer. A lo recién mencionado, si le sumamos que se realice con mucho esfuerzo, es un mérito a tener presente y valorar.
La producción Covershow lo viene realizando hace tiempo, con propuestas de musicales internaciones que, en muchos casos, no habían sido presentados en nuestro país (“Footloose”, “In the Heights”), ¡festejo doble!, bajo la atenta y talentosa mirada de su director general Galo López. Ahora Galo se une a Lucas Moyano, Daniela Pérez y la propia Daniela “La cantante”, buscando un proyecto nuevo y oportuno para la reconocida y popular cantante; el caso fue que “Rock of Age” apareció y marcando su propia identidad, se diferencia de la propuesta de hace siete años presentada en el Maipo. Qué podría ser mejor que adueñarse del precioso Lola Membrives y colmarlo de voces nuevas, talentosas y de los mejores temas de los 80´.
Las comparaciones son odiosas, ni tampoco necesarias, por lo tanto, tampoco podemos relacionarla con la película del 2012; reitero, esta adaptación de Lucia Mutio tiene su propia impronta e inclusive con la incorporación de Daniela hace una diferencia.
Como todo buen musical debe contar con una historia romántica, aquí una chica de pueblo sueña con la fama, con ser artista, quien se conoce con un muchacho de ciudad en Sunset Strip; ambos tienen toda la energía apuntando a Hollywood, pero ese camino de ladrillos amarillos será difícil y entre ellos se cruzarán situaciones y personajes que no siempre les asegurarán la felicidad. Ambos comparten los últimos días del Bourbon Room, mítico lugar del Rock and Roll, donde también su próximo cierre es motivo de rebelión y lucha. Si a esta historia de juventud, sueños y decepciones, la rodeamos de grandes éxitos de Def Leppard, Joan Jett, Bon Jovi, Twisted Sister, Poison, etc. la fiesta está armada para el disfrute.
Lo que también festejo es la posibilidad que se le dé a nuevas voces la oportunidad de protagonizar semejante musical, la dupla romántica está muy lograda, a la presencia escénica de Martu Loyato se le suma la calidez y ternura de Axel Munton. Martu posee esa luz y carisma para el teatro musical únicas, ya la vimos brillar en Heathers y ¡Mamma Mia!, ahora es momento de protagonizar y es magnética. A Axel es la primera vez que lo veo en escena y posee un tono de voz muy concentrado para este tipo de teatro, está de más decir que rockear es más difícil que entonar canciones melódicas y todo el elenco lo logró. Toda la experiencia y verborragia se hacen presentes en un papel muy dinámico y que atrae al público por su fuerza guiando el relato; este recayó en manos de Pedro Raimondi, quién es el más aplaudido por el público, junto al de Emma Degracia quién también tiene una gran trayectoria en musicales, impregnando con sus presencias y color de voz todos los proyectos en los que participan. Una sorpresa Daniela "La cantante", quién marca una de las diferencias en la pieza creada por Chris D'Arienzo, incluyendo datos al texto propios y utilizando su caudal de voz en las partes cantadas. Reitero, todo el elenco denota energía y sobre todo entrega, me siento injusto al no nombrar uno por uno sus trabajos, pero realmente están muy bien y se unen a la propuesta que desborda talento y fuerza.
Bajo la cuidada y atenta mirada de Galo en la dirección y el gran trabajo musical con las partituras y melodías de Elías Cafiero, "Rock of Ages", es una obra para disfrutar con los sentidos y el corazón abierto.
GUSTAVO SCUDERI