Hace 20 años ya, se estrenó una película del galardonado director argentino Carlos Sorín "Historias mínimas", que quedó en nuestra cabeza por retratar esas historias simples, cotidianas, "mínimas" y justamente "Souvenir de mar" (un precioso juego de palabras) tranquilamente podría formar parte de ella.
La pieza está escrita por Rocío Agrasar, quien lo hizo de una manera natural y sin artificios, donde el espectador se entrega al relato; sabiendo combinar temáticas actuales que suceden entre los jóvenes y a la vez, incursionando en otras universales.
Francis es un muchacho normal, tranquilo, de cierta manera apocado, que transita sus días entre amigos, amigovias y consultas odontológicas; es en una de ellas que, justamente, inicia su relato, confesión y catarsis al conocer a Mar, otro joven que vive más libremente sus sentimientos, pulsaciones y en especial el "compromiso" de conocer a alguien.
El unipersonal es protagonizado por Alan Madanes, el joven actor tiene un talento valorable, oscilando con total naturalidad entre un teatro musical y uno de texto; prueba de ello, es que también lo vimos brillar en “Cuando Frank conoció a Carlitos”. Ahora con un rotundo protagonismo no deja de sorprender, haciéndolo con frescura y certeza a la vez. Los que somos detallistas y observadores, vemos en su performance una característica que por lo pronto valoro muchísimo: transitar el texto con las miradas, con lo gestual, Alan posee una mirada profunda, que interpela al espectador y en especial en este tipo de obra intimista se nota muchísimo.
El resultado de la obra, que posee una puesta con los elementos básicos de utilería, es funcional a la visión de otro talentoso artista, Gustavo Pardi, quien posee una vasta trayectoria en cine, teatro y televisión; ahora nos está sorprendiendo con esta faceta de director, sus últimas propuestas poseen una marcada personalidad y obviamente denotan su experiencia.
La simbiosis de estos tres aspectos (actuación, dramaturgia y dirección) es notable, sin necesidad de grandilocuencias, gana en su sensibilidad y a la vez profundidad del texto, en la entrega absoluta de Alan, el hermoso trabajo de escritura y en la precisa visión de la puesta, “Souvenir de mar” se postula como una propuesta a tener presente.
GUSTAVO SCUDERI
