Hay piezas en las que, el boca a boca funciona como disparador para que el público se acerque y cuando eso sucede, sabemos con exactitud que algo funciona bastante bien. En "Un grito en la voz" lo atractivo es su creación en sí y el universo inmenso que evoca, ya el título lo sugiere, "Mercedes Sosa".
A través de los compositores que interpretó, la música y el cancionero de ésta icónica artista, los autores hilvanaron una simple y honesta historia que emociona e interpela al espectador, no sólo por el repertorio elegido sino también por los diversos temas que trata sin necesidad de una diagramación dramatúrgica sino dejando que los diferentes cuadros fluyan apoyados fundamentales por los tres inmensos y talentosos jóvenes actores: Pedro Frías Yuber, Sonia Alemán y Felipe Bou Abdo.
Pedro es un artista increíble, no solo entona e interpreta con calidez y calidad sus propuestas, sino que aquí también la escribe junto a su directora Tatiana Santana y por supuesto diseña las coreografías que son sutiles pero vistosas para la obra. A Sonia es la primera vez que la veo en escena y su caudal de voz y presencia escénica me resultaron magnéticos. Felipe es un joven que posee el equilibrio justo para participar en propuestas comerciales (actualmente en Casi normales) y en otras como estas, independientes y más pequeñas; un artista que, sin duda, se debe seguir de cerca. Juntos forman un equipo hermoso, con una gran química que logran traernos la emotividad y a la vez la fuerza de esas letras inolvidables.
Hoy "Un grito en la voz" es una obra necesaria y adecuada para los tiempos que corren, demostrando la importancia del arte y la cultura para una sociedad cómo principal foco de expresión y representación de un pueblo; donde la puesta, la dirección detallista de Tatiana, la guitarra de Dante Damián Galeano y el trío protagonista se unen para que el "grito" se transforme en un susurro melódico y atractivo a los oídos.
GUSTAVO SCUDERI