A uno realmente le produce emoción poder compartir una carrera y una vida dedicada al arte, y cuando eso se refleja en un espectáculo es muy lindo: Dan Breitman también lo festeja con: "Yo quería un musical, y qué?
Dan no es ningún improvisado y de lo que no hay dudas es que desborda de talento, baila, canta y actúa en esa comunión que no todo artista logra; ha estado en grandes musicales, sin dejar de lado también lo popular, que sin lugar a duda hizo que el público lo adore.
En la creación y en el transcurso de esta obra demuestra, por supuesto, su carisma con un atisbo de nerviosismo entendible por el estreno y lo que representa este show para él. El resultado de esa catarsis artística funciona a la perfección con el público que lo acompaña, aplaude y festeja. La idea y escritura estuvieron a cargo del propio Dan junto a Darío Jalfin (quién lo acompaña en piano) y Virginia Magnago.
Con una puesta simple, el piano, una silla de director y un perchero con cambios de ropa, son suficientes para que en más de una hora Dan despliegue su arte, Darío se une a esta travesía en forma divertida y se logra una química muy especial.
Se presenta únicamente los jueves a las 22.15 hs. en el Paseo La Plaza y la verdad es una propuesta que recomiendo por la soltura, frescura y preparación de un artista que siempre tuvo en él, el arte a flor de piel.
GUSTAVO SCUDERI